lunes, 28 de marzo de 2011

LA ESTRUCTURA POLÍTICA ABORIGEN

  • El Hierro:
Los miembros eran iguales sin distinción de casta o linaje, sólo diferenciaban de entre ellos al rey. Se le puede considerar el jefe del linaje con la misión de unificar al grupo de parentesco, de ahí que se podría interpretar la entrega que los bimbaches hacían de su ganado anualmente para que el rey lo redistribuyera en medio de una fiesta comunal, “con la doble finalidad de reafirmar su autoridad y reforzar la cohesión del grupo”. A él le correspondería dirimir en los conflictos de los pastores con motivo de las disputas por los pastos.

  • La Palma:
El jefe de la tribu dirigía las luchas por el dominio de los pastos y por los límites de su territorio. Aunque todos procedían de un linaje común, los diferentes aprovechamientos de los recurso de determinadas zonas, forjaron con el paso del tiempo el dominio de ciertos grupos tribales, que acabaron por repartirse la isla en los doce “señoríos”. Aunque no había una autoridad superior establecida e institucionalizada con poder sobre todas las tribus, parece que en caso de conflictos que afectaban a la totalidad de la isla, se elegía a un jefe aglutinador.

La mujer tenía un papel destacado, como Francisca de Gazmira "reina" de un territorio dentro del distrito de Aridane. Se convirtió en procuradora de los canarios para defenderlos de los atropellos del Adelantado.


Gazmira
  • La Gomera:
En los inicios del siglo XV La Gomera se encontraba dividida en dos bandos, dentro de los que existían dos secciones que formaban cuatro tribus: Agana, Arone, Amilgua y Pala.

Parece que las relaciones entre ellos iban de la cooperación a la rivalidad. En los casos de peligro podía surgir un jefe con capacidad para aunarlos, pero superada la situación esa figura se diluía y quedaba sin efecto. Hay indicios de que existía un Consejo cuando surgían problemas de defensa.

  • Tenerife:
El poder político residía en el mencey que era el jefe de cada uno de los distritos o menceyatos en que se encontraba dividida la isla en el momento de la conquista: Anaga, Abona, Adeje, Daute, Güimar, Icod, Tacoronte, Taoro y Tegueste. Esta división territorial puede tener su origen, como en todas las islas, en la ocupación de un determinado territorio para aprovechar las potencialidades de los recursos naturales de su lecho ecológico.

La intensa actividad ganadera de los guanches debía ser el origen de numerosos conflictos por el aprovechamiento de los pastos, con la necesidad de la intervención de una autoridad superior aceptada por toda la comunidad quien debía dirimir en los grandes conflictos.

Su elección la realizaba un consejo quien tenía en cuenta la línea patrilineal del pretendiente. Cuando se producía el acto solemne de su juramento, debía besar un hueso de su predecesor y pariente, cermonia cargada de un claro culto a los muertos.

  • Fuerteventura:
En el momento de la conquista, Fuerteventura estaba organizado en dos distritos: Maxorata bajo el dominio de Ayose, y Jandía donde Guise ejercía la jefatura. Ambas demarcasiones estaban enfrentadas constantemente por motivo de las reservas de pastos de Jandía, a pesar de su limitado territorio. Estos enfrentamientos serían más agudos en los años de crisis carenciales con motivo de prolongadas sequías.

  • Lanzarote:
La isla estaba dividida en dos mitades por una pared, aunque cuando llegaron los normandos encontraron a un solo jefe que residía en Zonzamas.

  • Gran Canaria:
Estaba gobernada en el momento de la conquista por un Guanarteme. En el proceso evolutivo se siguió un camino hacia una sola jefatura, pues indica que antes era gobernada por capitanes de cuadrillas de distintos términos, posibles jefes de linaje, que actuarían de forma autónoma sin que dependieran de un poder superior.

El Guanarteme recibe la sucesión por línea matrilineal y debía ser sancionado por el consejo de nobles. Su matrimonio le llevaba a mantener una estructura endogámica de linaje y se podía casar con prima hermana o viuda de hermano. Se diferenciaba por su pelo, vestido y pintura de su traje. Dirigía la vida colectiva del guanartemato, con intervención en los conflictos entre el grupo dependiente y la nobleza, constituida por los guayres, cuya misión era la de defender los límites de los distintos territorios en que estuvo dividida la isla, administraba justicia y compartía protagonismo en los actos religiosos con el faycan, en especial durante las ceremonias de rogativas de lluvias. El faycan más importante era el de Telde.

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